viernes, 11 de noviembre de 2011

EL USO DEL HUMOR EN CUIDADOS PALIATIVOS (parte 2)



• El humor se ha empleado para afrontar situaciones amedrentadoras, disminuir la ansiedad, la ira y la depresión y para conseguir un ambiente de relajación y comodidad para los pacientes terminales.

• El humor es individual y adquiere diferentes significados para cada persona, por lo que es importante acercarse a cada situación con sensibilidad e intuición.

• Es importante la valoración del uso del humor desde la perspectiva del paciente, su situación clínica, la familia y la propia experiencia. Algunos sugieren que la iniciativa debe partir del paciente y otros que debemos de ser los profesionales los que debemos intentar identificar la actitud de los pacientes ante el humor y la risa, preguntándoles si disfrutan riendo y qué les cusa risa. Para Wooten, 2001, una forma de tener éxito es preguntando:

- ¿Le ha dado el paciente alguna pista que indique que es receptivo al humor?
- ¿Intenta el paciente compartir su sentido del humor con el personal o las visitas?
- ¿Cuál es la capacidad del paciente para percibir y comprender el humor?
- ¿Cómo utiliza el humor el paciente? ¿Es cínico y sarcástico o absurdo y ridículo?
- Observe el tipo de humor que crea su paciente. ¿Explica chistes, gasta bromas o trae objetos divertidos al hospital?
- ¿Hay algún tema humorístico que su paciente pudiera considerar tabú? Evite el humor sobre el tema sexual, étnico y religioso para minimizar la posibilidad de ofenderle?
- ¿Ha observado si el paciente tiene alguna preferencia por un tipo particular de humor?
- ¿Tiene alguna referencia por algún actor cómico?
- ¿Sería percibido el humor como algo enojoso?

• En un estudio sobre el humor llevado a cabo por Herth, en 1989: 14 enfermos terminales. Para el 57% de los entrevistados, el humor formaba parte de de su vida libre de enfermedad y solo un 14% reconocía que seguía siendo significativo en la actualidad. Lo más llamativo resultó que un 85% consideró, en su situación presente, que contar con momentos de humor les era de gran utilidad. El humor debía limitarse en los “diálogos serios” y a momentos de crisis. Los enfermos reconocían que el humor les servía para sentirse “conectados” con otras personas, para desviar la percepción de su situación y obtener una mayor relajación.

• Es importante adaptar nuestra intervención humorística al estilo de humor que prefiere el paciente si pretendemos estimular la risa y su potencial terapéutico.

• Cada individuo y cada situación son únicos y la cosa cambia día a día por lo que hay que tener diferentes recursos.

• Criterios determinantes para utilizar el SH según Leiber (1986): receptividad, oportunidad y contenido.

• La filosofía de los cuidados paliativos supone atender al paciente y a su familia como unidad por lo que habrá que tener en cuenta el humor de la familia también y evaluarla.

• En las etapas finales de la vida, el humor ayuda a aceptar los límites, a descubrir la vulnerabilidad y la fragilidad de uno mismo de un modo más tolerante. Incluso ayuda a poder distanciarse irónicamente de las situaciones y de uno mismo.

• El humor es un elemento protector de los cuidadores y de la enfermería, médicos y otros profesionales sanitarios que trabajamos diariamente con la realidad y el horror de la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. Es una forma de combatir el estrés y la tensión y puede ayudar inesperadamente en una situación difícil.

• El personal sanitario de un hospital puso este cartel para que los visitantes comprendieran el uso del sentido del humor como instrumento de trabajo:


El humor como instrumento de trabajo

Ocasionalmente puede vernos reír
O incluso contar algún chiste.
Sepa que estamos prestando a su ser querido
Nuestros mejores cuidados
Hay momentos en los que la tensión es máxima.
Hay momentos en los que nuestros sistemas están estresados.
Hemos descubierto en el humor un factor
Para mantener nuestro equilibrio mental
Por tanto, si usted es un paciente que espera,
Un familiar o un amigo,
No malinterprete nuestra sonrisa,
Es lo que evita que nos pongamos a gritar.

Wooten, 1996

• Se considera que el humor no debe utilizarse y se evitará en:

- en las horas de agonía y en fases muy terminal, donde tanto paciente como familia están con un gran impacto emocional y no están receptivos
- en la comunicación del diagnóstico, donde el proceso mental de comprensión es muy importante y requiere toda la atención posible
- en presencia de familiares y pacientes que se encuentran en diferentes estadíos de su enfermedad o de aceptación de la misma
- el humor sexista, étnico o ridiculizador es siempre inapropiado.


ARTÍCULO RELACIONADO CON:

- Efectos terapéuticos del humor en cuidados paliativos (parte 1)
- Pautas generales de aplicación práctica en personal sanitario (parte 3)

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