1.Convencerse de que la única opinión correcta es la propia.
2.No aceptar ninguna sugerencia de otras personas aunque pueda ser beneficiosa, ya que mantenerse fiel a uno mismo exige contradecir a los demás.
3.Aferrarse al pasado de tal modo que no quede tiempo para vivir el presente. Recordar sólo lo bueno que se tuvo.
4.Sentirse desdichado por acontecimientos que tuvieron lugar en la infancia. Alimentar el rencor, darle muchas vueltas a esas ideas en la cabeza.
5.Persistir en dar una única solución a un problema aun comprobando que no funciona.
6.Empeñarse concienzudamente en ver sólo aspectos negativos de una situación; dar más importancia a los indicios que a los hechos.
7.Perseverar en el problema sin hacer nada con el fin de que permanezca más tiempo.
8.Fijarse metas muy elevadas, que causen admiración, de modo que el fracasar se pueda decir que era muy difícil el objetivo
9.Convertir a la pareja o amistades en el “Muro de las lamentaciones”, es decir, detallar asiduamente dolencias, sinsabores de la jornada y de la vida.
10.Convencerse de que no se es digno del afecto y del aprecio de las demás personas.
11.Mantener la firme convicción de que para ser alguien de valor hay que ser absolutamente competente y adecuado en todos los aspectos.
12.No expresar jamás emociones, pues supone un síntoma de debilidad.
13.Creer que la felicidad de uno depende de los demás o de las circunstancias, y que no hay nada que se pueda hacer.
14.Ignorar todos los aciertos que se hayan conseguido y deprimirse y sentirse inútil por algo que nos sale mal.
15.Convencerse de que si una persona no nos saluda al pasar, es porque está descontenta con nosotros.
16.No tener en cuenta las necesidades propias, sacrificarse a tope por los demás, pues nuestras necesidades no son tan importantes como las de ellos.
17.Sentir que no le importas a nadie y que nadie hace lo suficiente por ti.
18.Protegerse y cuidarse de las demás personas, pues te atacan y te menosprecian por menos de nada.
Y tú, ¿cómo lo haces?
Para ampliar información puedes leer "El arte de amargarse la vida" de Paul Watzlawick
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