Las
crisis han existido desde el principio de los tiempos y siempre han implicado
un cambio. Son momentos en los que nos atrapa la incertidumbre y el miedo
despunta manteniéndonos paralizados. El miedo, que aunque a veces desagradable,
nos mantiene alerta y hasta nos puede salvar
la vida ya que nos hace ser prudentes al tomar determinadas decisiones.
En el
otro extremo del miedo, tenemos el amor. Esa energía vital que nos empuja, nos
mueve, nos llena de energía y optimismo a pesar de los tiempos. Cuanto más
cerca estamos del amor, mejor nos adaptamos a los desafíos de la vida, somos
más resilientes, estamos más motivados, nos sentimos más tranquilos con
nosotros mismos y tenemos más confianza.
Esa confianza que se va creando a través de las experiencias de vida
tanto traumáticas como felices porque de todo se nutre y se crece.
Y este
año, en el que muchas personas se proponen nuevos objetivos de vida, nosotros
hemos decidido tener confianza. Confianza en nuestros proyectos, en nuestros
sueños, en nuestro camino... siempre en reflexión, en continuo cambio... y en
ese cambio estáis vosotros, todas esas personas que nos habéis enseñado en
estos años, las que nos habéis apoyado y las que no porque también hemos
aprendido de vosotros, a nivel personal
y profesional. Así que comenzamos dándoos las gracias, y también por qué no, a
las que apareceréis en los años venideros.
GRACIAS porque gracias a vosotros
somos los que somos y seguimos creciendo...
Y hoy,
nuestro sueño sigue... con las pilas cargadas y a por todas!!!!
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