Cada cuatro segundos aparece un nuevo caso de demencia, según los datos aportados en el informe Demencia - Una prioridad de salud pública, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional de Alzheimer (ADI), y a través del cual se pretende alertar sobre el preocupante incremento de los casos de Alzheimer y otras demencias en el mundo.
El documento, publicado el 11 de abril de 2012, recoge los datos epidemiológicos de los diferentes tipos de demencia, así como el impacto económico que suponen estas patologías. De acuerdo a las estimaciones realizadas por el equipo de expertos que ha elaborado el documento, se prevé que la prevalencia de este tipo de enfermedades se dispare en los próximos años. En concreto, se espera que las cifras se tripliquen en el año 2050, pasando de los 35,6 millones de afectados a los 115,4 millones en tan sólo cuatro décadas. Los datos recogidos han permitido además constatar que la demencia no es sólo un problema asociado a los países desarrollados, sino que su incremento exponencial se está dando también en los países de bajos y medios ingresos.
Respecto al coste económico actual que supone el tratamiento y cuidado de las personas con demencia en el mundo, los expertos señalan que asciende a los 460 mil millones de euros al año y por este motivo, solicitan a los gobiernos, responsables políticos en materia de salud y demás agentes implicados, que consideren la demencia como una prioridad de salud pública mundial.
A pesar de los elevados índices de prevalencia y del coste económico que suponen estas patologías, el informe denuncia que tan sólo 8 de los 194 Estados miembros de la OMS cuentan con un plan nacional de demencias. Se trata, sin lugar a dudas, de una grave carencia a escala mundial. El texto además advierte de la necesidad urgente de mejorar el diagnóstico precoz de las demencias, dado que incluso en los países de altos ingresos existe un grave desconocimiento de estas patologías, por lo que los casos no llegan a detectarse hasta etapas relativamente tardías de la enfermedad.
El informe Demencia - Una prioridad de salud pública también subraya el coste que supone para los familiares el cuidado de las personas afectadas, cuestión a la que dedica un capítulo específico. Según se detalla en el texto, los cuidadores de personas con demencia presentan un riesgo elevado a padecer trastornos mentales, como depresión y ansiedad, así como otros problemas de salud física, que no se deben ignorar. A este respecto, señalan la necesidad de desarrollar estrategias de atención integral, que consideren no sólo el cuidado de los enfermos, sino también la atención al sufrimiento y desgaste psicológico que supone la enfermedad para los familiares cercanos.
Tras evaluar el estado de la cuestión, los expertos que han elaborado el documento, pertenecientes a más de 24 países, concluyen que los países miembros de la OMS no están preparados para hacer frente al imparable avance de las demencias en el mundo, pronosticando un fatal desenlace si no se toman medidas urgentes al respecto. Según los autores del documento, entre las medidas que se deben implementar con carácter prioritario se encuentran: aumentar la capacidad de los sistemas sanitarios para detectar de manera temprana los problemas de demencia, mejorar la concienciación pública sobre la enfermedad, reducir el estigma asociado a estas dolencias y proporcionar los cuidados necesarios, tanto a los afectados como a sus familiares.
Los expertos esperan que el informe se utilice como punto de partida para la planificación e implementación de planes nacionales, ya que es necesario que los sistemas socio-sanitarios estén adecuadamente informados y sean sensibles hacia esta inminente amenaza.
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