
Hay que tener en cuenta que el sentido del humor es diferente en cada persona y que según vamos creciendo, también van cambiando nuestros gustos y capacidades para reír. Así, podemos hablar de diferentes etapas de la risa y el sentido del humor (García Larrauri, 2006)
BEBÉS:
- La sonrisa empieza como un simple movimiento muscular dentro del vientre materno.
- Al primer mes de nacer, ya sonríen en las fases del sueño REM, a las caricias, voz suave…
- A los dos meses, ya existe la sonrisa social, potenciada por los padres.
- Según el psicolanalista Bowlby, la sonrisa es genética, preprogramada para garantizarnos la estimulación y el afecto, imprescindibles para la supervivencia humana.
- Entre los 3 o 4 meses, aparece la risa.
- A los 6 meses, las expresiones de felicidad son más selectivas, aumentando con personas conocidas.
NIÑOS:
- Se trasforma de una conducta espontánea y física hasta convertirse en conducta emocional.
- Ríen mucho más que los adultos.
- El contenido verbal del humor infantil es “actitud juguetona”.
- Comedia, magia, expresión corporal, caricatura, expresiones faciales,... es lo que más reconocen como humor.
- Les gusta jugar y aprender del mundo que le rodea (roles, normas, valores…)
- Les disminuye la ansiedad.
- Les da confianza con el profesional o el adulto.
- Les disipa el miedo.
- ...
ADOLESCENTES:
- Se va comprendiéndose a si mismo y estableces relaciones íntimas.
- Momento de madurez de pensamiento, agitaciones y tensiones.
- Hay que tener cuidado con el humor utilizado con ellos. Precaución con el contenido.
- El “egocentrismo” de la etapa, hace que a veces interpreten mal el sentido de la broma. Pueden pensar que se ríen de ellos o señalando algún defecto.
- Si somos demasiado divertidos o muy cercanos lo interpretan como demasiada familiaridad, o no se identifica con el papel que se espera de él.
- Recomendaciones:
• establecer una buena relación, sin problemas
• utilizar un humor compartido y afín
ADULTOS:
- Tener presente la variedad, hay personas que encajan muy bien las bromas, otras las hacen muy bien o cuentan muy bien los chistes y los cogen a la primera.
- Los adultos usan muchos tipos de humor.
- Ríen mucho menos que los niños, siendo su principal obstáculo el estrés de la vida cotidiana. También son determinantes, las creencias limitantes o potenciadoras o educación recibida en su infancia, a la hora de reír y disfrutar.
- Recomendaciones:
• indagar y valorar las preferencias
• correr algún riesgo
• analizar el estilo utilizado
• tener en cuenta el momento escogido
• tener en cuenta el contenido utilizado
PERSONAS MAYORES:
- El humor les ayuda a “elaborar las pérdidas” (deterioro de la fuerza, vitalidad, apoyo social, significado social...).
- No por ello han de renunciar a la diversión, al entretenimiento o a la risa.
- El humor que usan espontáneamente suele referirse a su deterioro. Bromean sobre pérdidas físicas o déficits.
- Una forma especial de humor: “chistes”
- Contienen su visión del mundo, sabiduría, sirven para elaborar la pérdida y encajar su situación.
- Recomendaciones:
• escucharles y disfrutar de ello
• esto les muestra que tenemos interés por la relación con ellos, se sienten importantes
• a cambio de la sonrisa recibimos una emoción